Mostrando entradas con la etiqueta Huerting. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Huerting. Mostrar todas las entradas

jueves, 25 de abril de 2013

Nosotras no hacemos Huerting


 Ayer Jueves, leyendo el periódico, me entero que en los últimos tiempos hay una afición, que le dan por llamar Huerting (En Inglés que es más cool) y que está de moda. Buceo un poco más en las profundidades de Internet y voy descubriendo como ultimamente se han escrito diversos artículos sobre el Huerting, generalmente para los no iniciados en la materia.

  La cosa, según sus autoras, es que cada vez hay más gente que utiliza los pequeños rincones de sus casas, tales como terrazas, patios o demás zonas comunes, para colocar unas serie de maceteros y poder cultivar sus propias plantas comestibles. Vamos, lo mismo que hacía mi abuela en su casa durante toda su vida. Simplemente ahora los urbanitas lo han descubierto y desde entonces podemos encontrar tiendas especializadas, multitud de páginas web con información y hasta aplicaciones para móvil que nos ayuden con la multitud de tareas que hay que hacer en cualquier huerto.

Estos espacios que se crean, pretenden ser una nueva forma de pasar el tiempo de una manera más activa y práctica, un lugar donde enseñar a los más pequeños de la casa y algo que nos desestrese de la velocidad a la que nos hemos de mover en la gran ciudad.


  Pues bien, nosotras no hacemos eso, o mejor dicho, si que lo hacemos, Huerting y mucho más. 

  Nosotras recuperamos espacios por y para el barrio. Somos una serie de vecinas y algún vecino que prefiere aprovechar los espacios vacíos y degradados del barrio de una manera útil y que sus propias vecinas y vecinos puedan aprovecharlos.

  Nosotras preferimos crear vínculos, hablar con las personas que habitan el barrio, aprovecharnos de la sabiduría de nuestros mayores y hacer un ejercicio continuo de aprendizaje. Estar en contacto con otros huertos urbanos y crear redes vivas de personas que comparten unas ideas y unos valores.

  Nosotras queremos estar informadas, de lo que comemos, de lo que cuesta cultivarlo, de donde viene, de cuanto cuesta (en tiempo, en dinero y en esfuerzo) aquello que aparece en nuestros platos.

  Nosotras nos despejamos del estrés dedicandole un tiempo a esa naturaleza tan maltrecha en la gran ciudad. Pero de una manera activa, construyendo un proyecto y trabajandolo con nuestras manos. Y no sentadas delante de un televisor 

  A nosotras nos gusta mancharnos, y construir nuestros bancales con materiales reciclados, y mover tierras si no nos gusta como va quedando, y si, reconocemos que los nuevos maceteros y mesas para sembrar son fantásticos y maravillosos, pero no es lo nuestro, no nos va pasarnos por una tienda a comprar todo lo que necesitamos y poder tenerlo todo limpio y aséptico, para eso ya están los hospitales. 

  Es por eso que nosotras no practicamos Huertíng, porque eso es una afición y nosotras practicamos la horticultura, una utopía hecha realidad y una forma de ver la vida.

  Más que Huerting preferimos en todo caso que nos lleven al Huerto.